Pléneuf - Val-AndréPléneuf - Val-André
©Pléneuf - Val-André |Alexandre Lamoureux

Pléneuf-Val-André

Felicidad y relax junto al mar

Pléneuf-Val-André es un lugar fantástico para los amantes del mar. Está protegido por la bahía de Saint-Brieux y la costa Esmeralda y combina armoniosamente distintos enclaves dedicados a la meditación, al relax y a la curiosidad.

Descubrir Pléneuf-Val-André

La playa de Val-André y sus 2,5 km de arena fina ocupan el primer lugar del ranking de belleza de las playas de la costa Norte. Esta playa bien orientada, protegida de los vientos y que destila una agradable sensación de relax, termina en un paseo marítimo peatonal. El paseo marítimo termina en la punta de la grande Guette donde la vista se enamora de la bahía de Saint-Brieuc y Erquy. Otros paseos siguen el muelle de terre-neuvas en el puerto de Dahouët, en la desembocadura del río Flora o bien avanzan hasta el arenal situado entre los valles.

Continuará…

Nada más salir de la población puedes disfrutar de las vistas y los lugares que te rodean a lo largo de la costa Esmeralda como las casas solariegas entre las landas frondosas y las pinedas. El castillo de Bienassis, imponente a primera vista por sus murallas de granito rosa de Erquy, en realidad esconde un estilo refinado. Fue construido en el siglo XV, pero de este periodo solo sobrevive una torre. Su encanto actual deriva del siglo XVII.

Una localidad costera « old school »

La punta de Pléneuf sedujo a la empresa Cotard en 1822. La empresa compró terrenos y construyó las primeras villas al estilo británico, con sus característicos miradores. Las casas se colocan en forma de damero sobre el dique-paseo de la Guette. Al final de la punta, en el océano se ve el islote de Verdelet, una reserva ornitológica.

¿Lo sabías?

¿Qué hacemos con tanto mar?

Aquí podrás practicar todo tipo de deportes náuticos, regatas, salidas al mar… pero también puedes participar en veladas musicales, paseos pintorescos y muchas actividades más en verano.

Anclada en la historia marítima

Desde su altura de 70 m, Pléneuf domina la bahía de Saint-Brieuc. Se tiene constancia de presencia humana desde el paleolítico. En el siglo V lo cristianizó san Sinforiano, invocado en caso de sequía. En el siglo XIV, el puerto de Dahouët tenía gran actividad en 1509, de sus pantalanes partieron los primeros marineros hacia Terranova. Todo cambió cuando la localidad se convirtió en un destino costero en 1882 y comenzaron a llegar burgueses y gente acaudalada, teniendo su máximo apogeo a partir de 1936.

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