Aire naturelle de camping de la Gare de Guiscriff

La estación de Guiscriff, abandonada cuando se cerró la línea Carhaix-Rosporden, vuelve a estar en marcha. Restaurada como centro cultural, ahora alberga un pequeño museo dedicado a la historia de la red ferroviaria bretona. Justo al lado, los viajeros pueden apearse en una zona de acampada natural y bien sombreada, con capacidad para 5 parcelas. Y, si lo prefieres, puedes pernoctar ¡en una auténtica yurta mongola! Las instalaciones cuentan con aseos, un lavadero de bicis y una sala común (con mesa, sillas, microondas, frigorífico y hervidor eléctrico). Se admiten camping-cars. Si haces un alto en el camino de la vía verde, entre Rosporden y Concarneau, puedes disfrutar de la acogedora cafetería de la estación, de su librería y de su novedoso juego de escape 100 % ferroviario: "Le secret du cheval noir".

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