Un pueblo bretón ejemplar
Pont-Croix, es una silueta medieval situada sobre la ría del Goyen, con callejuelas empedradas que serpentean entre casas de granito y una colegiata testigo del paso del tiempo. Pero también es un pueblo en movimiento, donde el patrimonio no permanece inmutable, sino que se mantiene vivo, cuidado, compartido y valorizado.
Revitalización del centro urbano, espacios públicos rediseñados, dinamismo cultural y artesanal: aquí, la historia inspira el presente y el turismo se concibe como sostenible, local y de talla humana. Un modelo bretón de transición, donde residentes y visitantes conviven en un clima de respeto mutuo.
Este galardón también reconoce todo el trabajo realizado por el municipio en el marco de su iniciativa Petites Cités de Caractère®.
Pont-Croix











