¿Sueñas con volar, pero te asusta la caída libre en paracaídas desde un avión? Con Airfly podrás hacer tu sueño realidad. Situado en la periferia de Rennes, en La Mézière, en Cap Malo, este simulador es accesible a todos. Fue diseñado por Mike Brooke, antiguo campeón de paracaidismo, y funciona con un túnel de viento vertical que propulsa aire a una velocidad de 250 km/h, en un tubo transparente de 6 m de alto. Tras las explicaciones necesarias sobre el equipo, te adentrarás en el tubo con tu monitor, un paracaidista con experiencia. Una vez preparado, saldrás despedido por el tubo de viento adaptado a tu tamaño ¡y sin ningún peligro! Y la guinda del pastel: tu tiempo de caída libre será al menos dos veces más largo que un salto tándem, el equivalente de 6000 m de altura para un adulto. Las sensaciones son inolvidables y serán aún más precisas en el segundo salto. Tu monitor realizará también una demostración y te entregará un certificado de vuelo en caída libre. Hasta podrás llevarte un vídeo de la experiencia.
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