El castillo se construyó para proteger la bahía de Morlaix de los saqueos ingleses. Y para visitarlo, saliendo de Carantec o de Plougasnou, puedes elegir la modalidad que prefieras entre visitas guiadas, teatralizadas, narradas o cantadas… Mil formas distintas de experimentar la magia del lugar. Pero más que una simple visita, el descubrimiento del castillo de Taureau es un viaje por la historia, por los recuerdos de una bahía cuyos tesoros naturales siguen intactos. Desde las casamatas a la terraza, pasando por las crujías o el puente levadizo, se invita al visitante a recorrer libremente los tres niveles del edificio fielmente restaurado. Este año, se ofrecen nuevas actividades como las visitas históricas o la presencia de “piratas que acechan a los más pequeños” o la zona de picnic. Y como siempre, la posibilidad de acceder al castillo en tu propio barco de recreo.
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