Tendrás que venir con buen calzado y ropa apropiada pues el parque de Boiscornillé abarca un territorio de 50 ha, entre bosques y terrazas, que podrás recorrer con total libertad, ayudado con un plano con los 22 puntos de interés. El parque se diseñó en el siglo XIX en dos fases por los jardineros paisajistas Büler y André, y conforma un conjunto armonioso donde se codean parterres de estilo francés, con prados extensos y senderos ecuestres. Robles, tilos y plátanos se alzan vigorosos sobre un paisaje que no sabe de exotismos. Y si hablamos de construcciones, el parque del Boiscornillé posee bonitas curiosidades como una capilla, una orangerie, un edificio de arbitrios y una insólita puerta de prisión, trasladada desde Rennes en 1905.
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