Ah Douarnenez, la ciudad de los cuatro puertos, su bahía salvaje, sus encantadoras casitas de pescadores y su enigmática isla Tristán... ¡El lugar perfecto para recargar las pilas y olvidarse de las preocupaciones cotidianas! Y justo debajo del barrio de Treboul encontrará un centro de talasoterapia y fitness que aprovecha al máximo las ventajas del mar. Oculto tras una imponente fachada blanca con contraventanas azules, este establecimiento le promete por fin un auténtico momento de relajación, en el marco de una cura o a la carta. ¿Necesita relajarse? Descubra los baños de hidromasaje en una cabina privada con iluminación tenue, ¡u opte por un tratamiento facial tonificante! ¿Es más curioso? Déjese transportar por el mundo con un masaje californiano. Con su piscina climatizada de agua de mar, su bañera de hidromasaje, su sauna y su solárium, las posibilidades de relajarse son infinitas. Y para los más golosos, recuerde que el kouign-aman se inventó aquí, en Douarnenez...
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