El corazón de la dirección late en torno a un mostrador XXL y una cocina abierta de par en par. Tanto en la planta baja como en el piso de arriba, de estilo vintage y con una bonita puesta en escena, le deleitarán el ambiente sonriente y los platos sorprendentemente pertinentes, elaborados con ingredientes de cuidada procedencia. A la hora de comer, la idea es mantener las cosas sencillas y sabrosas. Misión cumplida con fórmulas ultra asequibles. Por la noche, la carta es igual de sincera, pero un poco más ambiciosa, con los platos "P'tites Grailles" y "Grosses Grailles", que incluyen carpaccio de vieiras, abuelita, aceite de cítricos, nori y avellanas, o la famosa salchicha casera de cerdo -¡servida por metros para cinco personas! En cuanto a la bodega, una selección de vinos ecológicos y naturales acompañará los deslumbrantes platos de esta dinámica carta, que también admite vegetarianos.
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