Stéphanie y Cédric Gaudin te reciben como si estuvieras en casa en esta casa burguesa de granito.
Con sus dos comedores, chimeneas de mármol y patio, este restaurante parece la casa de un amigo. La decoración contemporánea combina a la perfección con el ambiente burgués de la casa. Aquí, el chef, que ha trabajado en varios establecimientos gastronómicos, prepara cocina francesa tradicional servida en generosas cazuelas humeantes. Como esta panceta de cerdo cocinada a baja temperatura y servida con cocos Paimpol y aceite de trufa blanca. Los postres también son generosos, como esta pavlova con mango pasión, ¡que se te quedará grabada para siempre! En cuanto a la bodega, la pareja trabaja directamente con los viticultores y ofrecen más de 250 referencias. ¡Todo lo necesario para pasar un buen rato (con moderación)!