Al final de Finistère, en Landerneau, bienvenido al Jardin des Saveurs y descubra una cocina apasionante servida en un marco incomparable.
Con la hermosa arquitectura de la histórica Maison Cansot, construida en 1836 por un comerciante de lino, y una decoración que mezcla el encanto del viejo mundo con un toque contemporáneo, el Jardin des Saveurs tiene un aspecto estupendo. Y el lugar es cualquier cosa menos un cascarón vacío. Tras una rica carrera que le ha llevado al Château de Locguénolé en Morbihan, a la Hostellerie de la Pointe Saint-Mathieu en Plougonvelin y a la Fleur de Sel en Brest, Laurent Brault se ha forjado un repertorio muy personal. Su cocina es a la vez precisa y creativa, centrada en la expresión más pura y la naturalidad de los ingredientes seleccionados localmente. No se trata de difuminar los límites con especias o cremas. Sabor, textura... El chef nos lleva a explorar en profundidad cada producto: pruebe, por ejemplo, el dúo abalón-tricachofa trabajado de varias maneras, o el cerdo criado sobre paja en Plouider, combinado con berberechos y algas. Son platos de primera calidad acompañados de vinos de una bodega bien surtida.






