Camping Celtic Village

Aquí no hay hormigón ni asfalto: la madera cruje bajo los pies, el brezo chisporrotea al sol y los pájaros dan ritmo al día. En este apacible camping de Tréméoc, dos cabañas redondas se alzan con sus tejados de brezo, como de otro tiempo. Todo es de madera, desde la cama hasta la zona de estar, desde la cocina hasta la mesa del comedor. Una inmersión total en el imaginario celta, ¡sin renunciar a la comodidad! Te despertarás con suavidad, acariciarás las truchas del estanque que hay a la vuelta de la esquina, leerás a la sombra de un árbol mientras los niños corren al parque infantil. Y si le apetece darse un chapuzón, hay una piscina climatizada abierta cuando hace buen tiempo. En cuanto a las excursiones, Pont-l'Abbé, Le Guilvinec, las playas de Bénodet y la isla Tudy están a pocos kilómetros. Pero aquí, uno se olvida de las prisas. Tómese su tiempo, escuche el paisaje. Y a veces soñará que podría quedarse aquí todo el verano...