A varios centenares de metros del mar, el camping de Kervoen recibe al visitante en un entorno natural, tranquilo y renovador.
Las 1,5 hectáreas de Kervoen son ideales para disfrutar de los sencillos placeres del camping con la familia y entre amigos. La piscina cubierta con porche y climatizada y los 800 metros que lo separan de las playas de arenas finas y de las calas rocosas seducen a los amantes de la naturaleza, el baño y el campo. En efecto, el Kervoen, además de estar cerca del mar, está rodeado de praderas. Uno se despierta con el trino de los pájaros y los sonidos de las vacas que pastan antes de volver a adormecerse con el ruido de la olas. El camping está dotado de una piscina climatizada, mesas de ping-pong, una cancha de voleibol, petanca, una sala de juegos con futbolín y billar automático para niños y mayores. ¿La ventaja para la convivencia? Los domingos se celebra la llegada de los nuevos veraneantes con un aperitivo de bienvenida.