Ker Beuz, situado en pleno Finisterre, es el punto de partida ideal para visitar la punta de Bretaña. Además de las visitas, excursiones y otras actividades, dispone de piscina interior y exterior y de un espacio fitness. Y a la hora de comer podrás elegir entre los tres restaurantes, uno de los cuales es una crepería moderna y colorida. De sus 90 habitaciones, 7 se comunican y 17 pueden albergar a una pareja y un niño. Durante las vacaciones, se organizan cursos de circo para los niños en una carpa auténtica y, para los bebés hasta 3 años, el centro dispone de guardería de media jornada. Y por si fuera poco, en esta ciudad de vacaciones de gama alta ¡todas las actividades están incluidas en el precio!
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