Al final de la península, entre las dunas y el océano, el hotel al aire libre Sauvage de la Rivage Collection invita a la evasión: cabañas de madera, naturaleza virgen, cocina yodada y deportes de tabla en el horizonte.
La playa está a sólo 100 metros, y el hotel al aire libre Sauvage está acampado frente a la bahía. Si busca comodidad, podrá alojar a su tribu en una casa móvil, una cabaña o una Beach House con terraza con vistas a la naturaleza. Todas totalmente equipadas. Al final del día, la Casa Club es el lugar ideal para tomar un aperitivo, asistir a conciertos o incluso a exposiciones. En cuanto al restaurante, Sablé da protagonismo a los sabores bretones, con el mar como telón de fondo. Con la península de Quiberon como patio de recreo, la Maison de la Mer es el punto de partida de numerosas actividades, como el surf, el paddle o el ciclismo. Y para los amantes de la naturaleza, los senderos costeros revelan espectaculares acantilados y panorámicas del salvaje litoral. Y antes de volver a partir, diríjase a Belle-Île, Houat o Hoëdic para una excursión yodada de un día.