Nominoe fue el primer rey de Bretaña. Hoy, el hotel que lleva su nombre en el pueblo de Locminé pone de relieve el entorno con valores como el bienestar y el placer por la libertad.
El compromiso ecológico de este hotel se nota de inmediato en la construcción de madera y en los dos molinos que aprovechan la brisa celta. Dentro, la geotermia y la iluminación con diodos confirman la voluntad del creador del Nominoe de crear un hotel acogedor y capaz de recoger el desafío de los tiempos modernos. La arquitectura es muy original, con 19 habitaciones a nivel del suelo, con parking delante de cada puerta… y recuerda a un motel de estilo americano. Las líneas elegantes y contemporáneas de las habitaciones te ayudarán a recuperar la calma. A ello también contribuirán la sauna y la zona fitness. Y además, si lo deseas, te podrás llevar el albornoz, la toalla y las zapatillas puesto que son de tejido biodegradable.














