El Thalasstonic linda con el edificio del primer centro de talasoterapia de Francia, creado en 1899, algo muy útil en días nublados cuando no sirve de nada vestirse. Los que reciben tratamientos de talasoterapia, así como los turistas, valoran el libre acceso al hammam y a la piscina de agua de mar caliente a 30°. Puedes escoger entre las habitaciones "confort", luminosas y con balcón y vistas al mar o a la ciudad, o las "salon", que disponen de mayor espacio. Aquí se viene para disfrutar de una auténtica estancia dedicada a la talasoterapia, un fin de semana de descanso con tratamientos a la carta, una fórmula paseo-talaso que puedes reservar en la página web o simplemente para una escapada de placer y descanso. Disponen de una animadora que organiza excursiones a la isla de Batz o a Carantec o actividades de senderismo de media jornada. Si prefieres la independencia, siempre puedes optar por alquilar un estudio o un apartamento en la residencia.
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