Cerca de Lamballe, disfruta del ambiente zen de una casa de huéspedes con encanto que abre su comedor a los sibaritas durante todo el año.
Cordialidad, dulzura, calma y desconexión son los elementos con los que Françoise y Rémi idearon su casa de huéspedes. Cuatro acogedoras habitaciones en tonos relajantes, un confortable salón para descansar a gusto, un gran comedor para los gastrónomos... Unas preciosas fuentes refrescan el jardín, presidido por un hermoso olivo. Si viajas con niños pequeños, no te agobies: ¡la casa está preparada para ellos! ¿Quieres relajarte? ¡Aquí hay una piscina cubierta (3x5 m)! ¿Tienes hambre? Françoise, la anfitriona, es una cocinera excepcional. Elabora todos los días un menú único: platos sencillos aunque muy sabrosos, con productos frescos de temporada, del mercado local y del huerto. Pero el rey del billig (crepera) es Rémi, maestro de ceremonias del festival glotón de crepes y galettes. Ah, y en el espacio de relax también hay aparatos de gimnasio.







