Restaurada con esmero por Marie-Pierre y Dominique, esta antigua granja familiar combina autenticidad, confort y un estilo de vida apacible. Las dos cabañas, cada una con capacidad para 4 personas, están decoradas con esmero: muebles antiguos o reciclados, materiales naturales, cómodas camas y sofás, ropa de hogar francesa de calidad. Nada más abrir las contraventanas, el mar se revela en el horizonte. En el exterior, un jardín se extiende hacia campos tranquilos, antes de llegar a los acantilados que dominan el océano. ¿Le gusta el senderismo? Cálcese los zapatos y diríjase al emblemático GR®34, a dos pasos de esta encantadora casa rural. El sendero le llevará rápidamente al faro de Saint-Mathieu o al fuerte de Bertheaume.
Seguir leyendo