A orillas del agua, este alojamiento se compone de unas cincuenta casitas amplias, cómodas y acondicionadas con gusto para acoger a hasta seis personas. ¡Y eso no es todo! También te ofrece una terraza privada con muebles de jardín para almorzar al sol. ¿No tienes ganas de cocinar? La hostería vecina vive al ritmo de las estaciones ofreciendo productos ecológicos y locales. Si deseas tomar un aperitivo cerca de la orilla, el «bar de listones» con su vista imponente al espejo de agua es el lugar indicado. Para las familias con hijos, el complejo es un paraíso, pues posee una piscina externa de agua climatizada, una playa privada, un miniclub y varias áreas de juegos. ¿Te apetece practicar deporte? Como el complejo cuenta con una pista de tenis, un terreno de petanca, un recorrido deportivo y una pista de ciclismo de montaña y de ciclocrós, vivirás jornadas intensas alrededor del lago, punto de partida de numerosas excursiones. No te olvides de seguir el arroyo que te conduce a Rochefort-en-Terre, el pueblo que los franceses eligieron como favorito en 2016.
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