Idealmente situadas a sólo unos minutos del Golfo, Carnac, Quiberon, Auray y la Ría de Etel, estas casas rurales son perfectas para explorar juntos los tesoros de Morbihan y aprovechar al máximo cada momento.
A la vuelta de sus vacaciones, apreciará la intimidad y el confort de este granero, cuidadosamente reconvertido en dos espaciosas casas rurales. La decoración, sutilmente desaliñada, evoca la orilla del mar y se combina con todas las comodidades de una casa pensada para quienes la habitan. ¡Un jardín y una terraza sólo para ti, una hamaca a la sombra de un roble, ropa de cama que seguro te hará sentir como en casa!
Si le pregunta a Frédérique, sabrá indicarle los mejores lugares a los que ir: una pequeña playa íntima para darse un baño lejos de las multitudes, el Tire-Bouchon para ir a Quiberon en verano sin coche, restaurantes a los que ir con los ojos cerrados... ¡Una sola estancia no bastará para descubrir todos los secretos de la zona!
Sugerencia adicional: Frédérique le propone cestas de desayuno y de comida elaboradas con productos locales y de la huerta, ¡para una estancia sin estrés!
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