"Hotel no soy, palacio tampoco, pues soy mansión". Éste es el lema de esta venerable residencia rodeada de amplios jardines, una rosaleda, bosques y estanques. Isabelle y Alain Hubert cultivan un estilo de casa de huéspedes sencillo y cálido. Reciben visitantes desde mayo hasta septiembre en habitaciones románticas con reproducciones de muebles de estilo Luis XV, Luis XVI o Imperio. Aquí puedes pasar unos días, o si lo prefieres más tiempo, para disfrutar del encanto del lugar, la placidez del entorno y la amabilidad de los propietarios. Le Manoir du Stang dispone de salones grandes en los que organiza, en temporada baja, reuniones y recepciones con servicio de catering.
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