En la campiña de Morgat, las casitas honran el tradicional estilo bretón. Acogen entre 4 y 8 personas, abriendo hacia un jardincito, sin vecinos en frente. Para saborear tranquilamente su desayuno en la terraza, un servicio de panadería le suministra pan y bollería. Durante el día, la piscina cubierta climatizada y el espacio balneo incitan a la relajación. En la recepción, espaciosa y agradable, le informan y le prestan juegos para organizar sus actividades. Los comercios, restaurantes y playas están instalados a menos de un kilómetro. Excursiones en barco, senderismo y paseos le llevarán a descubrir la Península de Crozon, de Douarnenez o de Concarneau.
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