En este lugar, hay poesía en los cojinetes de bolas, magia en el rechinar del metal. Robert Coudray ha necesitado 20 años para crear con su imaginación este museo conmovedor. El encanto de este lugar, a la vez mágico y turbulento, calará hondo en tu interior. Te harán falta algo más de dos horas para ver las 80 esculturas animadas, autómatas, motores cinéticos, fuentes musicales y otros tótems de viento... Tu visita se transformará en una invitación a la vida, a la emoción y a la contemplación. Aprovecha también para descubrir la eco-casa, ideada también por Robert Coudray, y acércate al pueblo de Lizio, clasificado "Petite cité de caractère".
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