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El Menez-Hom es un enclave natural protegido desde cuya cima hay una vista soberbia de la ensenada de Brest, la bahía de Douarnenez, la punta de Pen-Hir y los Montes de Arrée. Es una estribación de la cadena de las Montañas Negras y fue una de las montañas sagradas de Armórica, quizá por ser también un punto estratégico de la península de Crozon, que permitía vigilar toda la región de los alrededores. Aquí se practicaban algunos ritos religiosos como demuestran los megalitos y los cúmulos de piedras hallados.
Esta montaña está llena de leyendas. El legendario rey de Cornualles, Marc’h (que significa «caballo» en bretón) fue víctima de una maldición y le crecieron unas orejas de caballo. Una vez acabado el hechizo decidió tomar esposa y envió a su sobrino Tristán a conquistar en su nombre a la bella Isolda. Ahí nació la historia de amor imposible que todos conocemos hoy.
Numerosos caminos señalizados permiten avanzar entre las extensiones naturales y salvajes de esta montaña. Anímate a seguir el camino que conduce a la capilla de Sainte-Marie du Ménez-Hom. Su conjunto parroquial es muy bonito y en el interior los retablos del siglo XVIII y las estatuas del XVI bien merecen un alto en el camino.
Cuenta la leyenda que el alma del rey Marc’h será liberada cuando el montón de piedras de su sepultura situada en el monte sea suficientemente alto para ver la cima de la capilla de Sainte-Vierge. Por eso es costumbre lanzar una piedra a este lugar llamado Ar Bern-Mein. ¡Que no se te olvide!