



La escarpada calle de Jerzual nos sumerge en plena Edad Media. Las casas medievales de madera acabadas en forma de triángulo puntiagudo son un testigo de la riqueza que vivió esta ciudad. Entre los siglos XIV y XVIII la calle estaba repleta de tejedores, curtidores… En la actualidad es una visita imprescindible que permite viajar en el tiempo ante los talleres-tienda de artesanos vidrieros y de la madera.
Si prosigue la visita por la plaza de los Cordeleros y de los Merceros verá cómo se mezclan los estilos de las casas de madera típicas de Dinan de los siglos XV, XVI y XVIII. Y a dos pasos de ahí, se alza la basílica de Saint-Sauveur, del siglo XII, con influencias bizantinas, persas y romanas, cuya particularidad es su asimetría y el hecho de que nunca fuera completada.
Durante la Guerra de los Cien Años, Du Guesclin dedicó su vida a liberar primero Normandía y, luego, Bretaña. Su corazón reposa en la basílica de Saint-Sauveur. Pero si hubo un personaje que hizo famosa esta ciudad fue la reina Ana de Bretaña, que en el siglo XV decidió retirarse a ella tras la muerte de su esposo, el rey Carlos VIII.
Desde el puerto de Dinan, las orillas del río Rance conforman un lugar extraordinario para pasear que te conducirán al estuario siguiendo en dirección a Taden. Este pueblo conserva bonitas residencias y una casa solariega del siglo XVI. El paseo sigue el antiguo camino de sirga.
Durante todo un fin de semana, cada dos años, la ciudad revive la época medieval: torneos, tabernas, espectáculos… ¡Participa y disfrázate! La entrada es gratuita para quienes acudan dsifrazados.
Oficina de Turismo de Dinan-Valle Del Río Rance