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©Yannick Derennes

©Donatienne Guillaudeau

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Situado en el Parque Natural de Armórica, el bosque de Huelgoat siempre ha inspirado relatos populares debido a la presencia de esas rocas enormes de formas extrañas, sus menhires o por las referencias al rey Arturo, al diablo y hasta a la Virgen. No hay que perderse el caos rocoso del molino, el río de Argent, la gruta del diablo, el campo de Artus…
¿Cómo se explica semejante caos rocoso? Cuenta la leyenda que Gargantúa, al pasar por la región, pidió hospitalidad a los habitantes del bosque. Se enfadó porque solo le sirvieron un bol de trigo sarraceno y por ello se encaminó hacia la provincia de Léon, pero como venganza fue lanzando aquí todas las rocas que encontró por el camino.
Es divertido ir identificando durante un paseo las formas originales y retorcidas de estas rocas: la casa de la Virgen, el caldero, el cazo, el tenedor, la cama o el paraguas… Más adelante, la gruta de Artus vela por el reposo del rey de los bretones: Arturo y su campo (el campo de Artus o artúrico) donde quizá hasta descubras el famoso tesoro que el mago Merlín escondió.
Con más de 100 toneladas de peso, esta piedra gigante bautizada «la roca que tiembla» oscila ligeramente con una sencilla presión. Hasta un niño puede hacerlo, pero hay que encontrar el lugar preciso. Y no es fácil ¿te atreves?
Oficina de Turismo de Monts d’Arrée