
©Yannick Le Gal

©Laurent Guilliams

©Laurent Guilliams

©Yannick Le Gal
La punta de la Torche o Beg an Dorhen (la punta de la loma, en bretón). La Torche se adentra en el mar como un espolón rocoso y deja atrás una tierra natural y salvaje que limita al Sur con la Bahía de Audierne. Es un lugar alejado del mundo, abrupto y soberbio. Entre marzo y abril se cultivan campos enteros de tulipanes. Sin duda, el mejor momento del año para visitarlo.
La roca de la Torche es un conocido punto de encuentro para surfistas y windsurfistas. Las olas y el viento siempre están presentes. Si no te van los deportes náuticos, ponte un buen calzado y camina por el sendero de la Punta. Este camino ofrece vistas impresionantes de toda la bahía y pasa ante distintos yacimientos megalíticos, como el túmulo coronado con un dolmen en pasillo y una avenida cubierta.
Aprovecha el paso por La Torche para conocer la bahía de Audierne. Con varios kilómetros de longitud es un medio natural protegido y su particularidad es la pedregosa playa de Ero Vili, un verdadero remanso de paz para las aves y una de las primeras zonas migratorias de Francia.
Aunque había desaparecido del Oeste de Francia a mediados del siglo XX, el bigotudo ha vuelto a Brière y a la bahía de Audierne. No estamos hablando de un personaje pintoresco, sino de un pajarito gris y marrón, el Panurus biarmicus, cuya presencia habla del éxito de los programas de conservación del enclave.
Oficina de Turismo del Haut Pays Bigouden