
©BERTHIER Emmanuel

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©LE GAL Yannick

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¡Qué bonito es Bécherel! Desde la calle de la Filanderie a la plaza des Halles, las casas de granito de los siglos XVI, XVII y XVIII se conservan a la perfección. Durante una tarde podrás perderte por las callejuelas sinuosas de este pequeño pueblo con encanto para posteriormente acércarte al pintoresco jardín de Thabor construido sobre un antiguo castillo y convertido en un dédalo de escaleras y muretes desde donde hay unas vistas excepcionales a los campos circundantes.
Bécherel es el pueblo del libro. Libreros por un lado, encuadernadores por otro, calígrafos más allá… Cada año se celebra la Fiesta del Libro durante el fin de semana de Pascua. Cientos de aficionados y curiosos se acercan cada año. Durante La Fureur de Lire (el furor de leer), unas jornadas nacionales organizadas en octubre, el pueblo vuelve a estar repleto de visitantes.
Y a dos pasos, en el pueblo de Les Iffs, se halla el castillo de Caradeuc con el mayor jardín de Bretaña, razón por la que se le conoce como la «Versalles bretona». Les Iffs también posee una iglesia gótica flamígera que es sin lugar a dudas la más bonita de la región gracias a las nueve vidrieras del siglo XVI.
Tras los pasos de Du Guesclin
Los aficionados a la Edad Media, acuden al castillo de Montmuran. Equipadas con matacanes y defendidas por rejas y dos puentes levadizos, las torres del castillo se elevan impresionantes. Fue aquí donde Bertrand Du Guesclin fue nombrado caballero en 1354 y se casó con Jeanne de Laval 20 años después.
Casa del Libro de Bécherel