Por supuesto, está Carnac. La reina del emplazamiento megalítico, la estrella del alineamiento. Pero en Bretaña, menhires, dólmenes, grabados y túmulos también saben hacer gala de discreción. Ocultos en los bosques o apostados en las landas, nos vigilan en silencio. Desde hace milenios. Menos visitados pero igual de mágicos. Te presentamos 5 enclaves para los amantes del misterio, los monumentos y la historia.