Tranquilidad, naturaleza, sencillez, espacio... apreciará todo esto al mismo tiempo en la Ferme de Kérino, propiedad de una antigua familia de agricultores. Tanto si elige una caravana a la sombra de un roble, una de las 6 yurtas enclavadas en un prado, una de las casitas o la cabaña, disfrutará de todas las comodidades para dos personas, o más si va en tribu. ¡Olvídese del coche! Para preservar la tranquilidad de los pájaros, las ardillas y los ciervos, todo se hace a pie. Un carrito está a su disposición para el equipaje y las compras. Pilates, yoga, meditación in situ o paddle, kayak en el río de Crach, sólo tendrá que elegir. Si le gusta el senderismo, el GR34 y muchos otros senderos bordean la orilla del mar. ¿Eres más de dos ruedas? Hay un carril bici a 100 m. Y si las islas le hacen soñar, ¡nada más fácil que planear una excursión a Belle-Île, Groix, Houat o Hoedic!
Seguir leyendo