



En el centro de la ciudad, las casas de piedra y las casas con entramado de madera alrededor de la catedral fortaleza compiten en encanto. El Hotel du Ribault reivindica su título de casa más antigua de la ciudad y el frontón que da a la calle se inclina sobre los adoquines desde el siglo XV. Otras construcciones de entramados de madera, erigidos entre el siglo XV y el XVII, se reúnen en la plaza Louis Guilloux. El callejeo revela distintas sorpresas: desde el art déco y sus fachadas exteriores de mosaico años 30 de Odorico hasta el arte urbano que cubre paredes enteras de la ciudad. Para encontrar las grandes mansiones de los armadores y ver el antiguo barco Le Grand Léjon, hay que ir al Puerto de Légué, la «puerta de entrada» de la bahía.
Al pasear por el muelle invaden las ganas de echarse al mar. El Sendero de los Aduaneros (GR 34) domina el mar y revela paisajes variados y auténticos. Un recorrido intenso –en todos los sentidos– sobre los acantilados, desde la punta del Bec de Vir, en Tréveneuc, hasta la punta de Guettes, en Hillion, pasando por la de Béchue, en Pordic. Las dunas de Bon Abri, la isla de Martin-Plage o la larga playa de Rosaires, bañadas por aguas turquesas, ofrecen un idílico remanso de paz.
En la bahía puedes caminar sobre el agua… con marea baja. El mar se retira a más de 7 km, dejando libre una zona marítimo-terrestre rebosante de vida y perfecta para el marisqueo. Sobre este fondo fascinante, unos curiosos campos de estacas de madera ascienden hasta la Punta des Guettes: son los viveros y sus racimos de mejillones. Entre los prados salados, las rocas y la arena, una fauna y una flora autóctonas prosperan tranquilamente. Hay 112 especies de aves que se pueden observar en la Reserva natural, la más grande de Bretaña. Oculta en un promontorio de Hillion, la Casa de la Bahía presenta los tesoros de este entorno.
Para cambiar de ambiente, hay senderos pedestres y de bicicleta de montaña que se adentran en el campo. Si quieres dar un paseo a la sombra, el valle de Vau Madec llega hasta el litoral. Del verde musgo al azul de ultramar y del perfume del sotobosque a la brisa yodada, se despiertan todos los sentidos. En plena campiña, a pocos minutos del pintoresco pueblo de Quintin, declarado Petite Cité de Caractère®, siguiendo el paseo La Vallée des Peupliers llegarás hasta el castillo de la Noé Sèche y por el de Landes de Lanfains disfrutarás de estupendas panorámicas. ¿Te gusta la bici? ¡Los 250 km de rutas y vías verdes Vélomaritime® te están esperando!
Después de las actividades, el baño y los paseos entre tierra y mar, se agradecerá una escala reconfortante. Te encuentras en un buen puerto, ya que Saint-Brieuc rebosa de agradables terrazas y lugares apetitosos: chefs con estrellas Michelin, talentos reconocidos y creperías que homenajean a los productos locales. En un primer nivel se encuentra la vieira, joya nacarada de la Bahía. ¡Placeres para descubrir y compartir!
Cada año, en Semana Santa, desde 1983, “Art Rock” sorprende y entusiasma al público con sus cabezas de cartel, artistas emergentes y revelaciones internacionales. Este festival multidisciplinar se ha asociado con el colectivo “Rock’n Toques” para que la gastronomía de la calle se incluya en el programa.
Oficina de Turismo Saint-Brieuc
En coche, si accedes desde Rennes por la RN12 (autovía sin peaje), llegarás en 1 h. El trayecto en coche desde Barcelona es de unas 11 h, mientras que desde Madrid es de unas 12 h. Con la Línea de Alta Velocidad, desde París-Montparnasse a Saint-Brieuc, el viaje es de 2 h y 15 min y de 2 h y 6 min los viernes por la tarde, puesto que no se detiene en Rennes. En la estación de autobuses se ofrecen servicios de larga distancia con las compañías Isilines, Flixbus y Ouibus
Saint-Brieuc cuenta con la excelente red de autobuses TUB, con la que podrás recorrer todo el núcleo urbano. En verano, podrás llegar a las playas cómodamente gracias a las lanzaderas Breizhgo que conectan las ciudades costeras de Binic-Etables-sur-Mer, Saint-Quay-Portrieux y el pequeño pueblo con encanto de Quintin. Para descubrir más sobre el departamento de Côtes d’Armor, también puedes ir a Paimpol o al cabo Fréhel.