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©Yannick Derennes

¿Qué souvenir puedes llevarte de Bretaña?

5 recuerdos gourmets para comprar durante tus vacaciones en Bretaña

1. El Kouign-amann

Si por esta tarta de mantequilla y azúcar, tu balanza perderá el equilibrio; por su sabor incomparable, perderás la cabeza. El kouign-amann presenta una masa hojaldrada con una deliciosa corteza caramelizada. Tuvo su origen en la ciudad de Douarnenez. Si al regreso de tus vacaciones, quieres que todos lo conozcan, descarta su versión industrial empaquetada en plástico y regala el producto artesanal preparado por panaderos bretones. Y si aun quieres algo más exquisito, confía en los galardonados del concurso anual del mejor kouign-amann bretón que organiza la Fédération régionale des pâtissiers. ¡Una delicia en su máxima expresión!


2. La flor de sal de Bretaña

La flor de sal, también llamada «espuma de sal» o «néctar de las salinas», es un condimento de origen natural que se produce artesanalmente. Este «oro blanco» se cosecha en verano, en la superficie del agua de las salinas de Guérande. La flor de sal, que se presenta en forma de cristales blancos luminosos o rosáceos, es rica en oligoelementos y magnesio. En general, no se utiliza para cocinar, se emplea en la mesa para sazonar un plato y realzar sus aromas y sabores. Muy apreciada por los chefs y gourmets, la sal de Guérande cuenta con la certificación IGP (Indicación Geográfica Protegida).

3. La sidra

La bebida estrella de Bretaña es, sin lugar a dudas, la sidra. Su lugar, entre los recuerdos gastronómicos para llevar, es destacable. Esta bebida fermentada a base de manzanas es un concentrado del terruño bretón y se impone como acompañamiento de crepes dulces y de trigo sarraceno. La sidra, brut o dulce, revela las características propias de las tierras donde se produce con el fin de deleitar a los paladares. Si deseas comprarla, lo ideal es dirigirte a una de las tantas sidrerías en las que podrás descubrir los secretos de esta bebida de los vergeles.

4. El caramelo de mantequilla salada

Sin duda, todo el mundo sucumbe a la tentación de esta golosina bretona. En una crepe, con pan crujiente o como cobertura de helados, el caramelo de mantequilla salada derrite a cualquiera. Hoy, a la receta se la llama de diferentes formas, pero la mantequilla y la pizca de sal no pueden faltar. Si te interesa saber cómo se fabrica, entra, cerca de Lorient, en Le monde de Carabreizh, un universo lúdico y colorido donde los niños se familiarizarán con las recetas del caramelo en todas sus versiones.


5. Las conservas de pescados

¡Lleva lo mejor del mar a cualquier punto del mundo! Las conserveras ofrecen un amplio abanico de sabores marinos para degustar en el aperitivo o el pícnic: sardinas en aceite, paté de cangrejo, vieiras, caballa, incluso sopas de pescado. Pescados y crustáceos de primera calidad y de envasado manual son los valores indisociables de las grandes conserveras bretonas. Si las visitas, podrás aprender todo lo relacionado con las técnicas de fabricación. Las latas de sardinas van decoradas con bonitas ilustraciones, que algunos coleccionan por su diseño original.

Para más información: La Belle-Iloise, Conservería Kerbriant, Maison Courtin

¿Lo sabías?

El éxito de la «Coca-Cola bretona»

Las bebidas gaseosas en versión bretona son también muy populares, y los bretones han descubierto sus secretos de fabricación. Por tal motivo, en restaurantes, terrazas de cafés o en festivales bretones, la Breizh Cola está destronando, poco a poco, a su prima estadounidense. Fue creada en 2002, en el corazón de Morbihan y es la primera cola regional que ha alcanzado semejante éxito.

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