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©Laurent Rannou Studio Fun Images

¿Dónde comer marisco fresco de productor?

Sabores yodados para disfrutar junto al mar

Sin duda, uno de los placeres del verano en Bretaña es comer marisco. Y si además puedes comerlo directo de productor, ¡es la mejor manera de disfrutar de productos de calidad contemplando el mar! Una docena de ostras, un buey de mar, bígaros… todo acompañado de pan con mantequilla y una copa de vino blanco fresco para brindar, ¡esto es el paraíso! Aquí tienes 5 lugares de referencia donde saborear lo mejor del mar en los ostricultores bretones.

De un vistazo

1. Terraza con vistas al mar

La Perle de Quéhan

A la sombra de los pinos al mediodía o en primera fila para contemplar el anochecer, la terraza de la Maison Quintin, en Saint Philibert, ¡es una parada obligada! En este precioso lugar del sur del Morbihan, disfruta de una deliciosa degustación de marisco junto a los viveros de la ensenada de Quéhan, donde se crían ostras planas y huecas desde 1961. Almejas, conchas, chirlas, bueyes de mar, langostinos y pescado ahumado completan el menú, que pone de relieve la calidad de estas joyas marinas. ¡Para consumir sin moderación! El plus : 2 casas rurales con los pies en el agua permiten disfrutar de la impresionante vista del río de Crac’h dentro de la granja de ostras.

La Perle de Quéhan


2. Puesta de sol en el corazón des Abers

Maison Legris

Al norte del Finisterre, ¡siéntate en primera fila para disfrutar de una degustación con puesta de sol en el mar! En el bar de ostras de Maison Legris, en el corazón del archipiélago de Lilia, en Plouguerneau, podrás degustar los productos de esta empresa ostrícola familiar fundada en 1986. En un bonito interior de diseño, disfruta de estas delicias del mar en la barra. Y con la llegada del buen tiempo saboréalas en la amplia terraza con vistas al océano y los cambiantes paisajes del Pays des Abers. Si te gustan las recetas originales disfrutarás de unos platos exclusivos como las ostras calientes o el abulón salteado.

Maison Legris

3. Un bar de ostras con vistas panorámicas

La Ferme Marine Paimpolaise

¿Te apetece saborear ostras en un chiringuito situado en el sendero des Douaniers con vistas panorámicas a la bahía de Paimpol? Así que, no lo dudes y visita el bar de ostras de la punta de Kerarzic. Podrás saborear ostras, almejas y tapas de la Conserverie La Paimpolaise en un marco único con increíbles vistas al atardecer: ¡una visita obligada durante tus vacaciones!

Ferme Marine Paimpolaise

4. ¡Querrás probarlo todo!

Les Viviers de Keraliou (29)

Productos superfrescos, un servicio atento y un marco incomparable. ¿Qué te parece ? Es el lugar ideal para disfrutar de los productos que nos regala el mar. Desde Brest, la bahía como telón de fondo. Todo tiene nuestro visto bueno: la cálida bienvenida. La cocina refinada. Las vistas que quitan el sentido y, de regalo… ¡las puestas de sol más hermosas ! ¡Disfruta de los largos días del verano! Te servimos unas ostras exquisitas y un bogavante a la plancha recién sacado del agua. Fresas melba de Plougastel, por supuesto. También marisco para llevar. Sano y sencillo, el lugar nos encanta. ¡No olvides reservar!

Les Viviers de Keraliou


5. Una visita obligada de la costa Esmeralda

El mercado de ostras de Cancale

¡Visitar Cancale sin probar sus famosas ostras es algo imperdonable! Además, no es necesario sentarse a la mesa: basta con visitar el mercado de ostras en el puerto de La Houle. Aquí, las ostras recién abiertas con un chorrito de limón se saborean en el muelle contemplando las vistas de la bahía del Monte Saint-Michel. En este lugar gastronómico de excelencia la estrella es sin duda la ostra plana de Cancal, pero los 8 productores locales proponen además ostras huecas y mejillones cultivados en estacas DOP de la Bahía del Monte Saint-Michel.

El mercado de ostars


6. Saborear ostras « a la antigua » en el corazón del golfo del Morbihan

Maison Jégat

En este vivero de ostras de Arradon se producen ostras naturales huecas y planas desde 1925. Aquí, no hay ostras triploides ni de criaderos, sino ostras cultivadas en la arena, como antaño, y recolectadas a mano. Con el buen tiempo, en la espléndida terraza de 200 m² sobre pilotes del vivero se pueden saborear ostras y marisco fresco, acompañados de delicioso pan y mantequilla artesanal bretona. ¡Déjate seducir también por el paté de pescado, los tartares de algas y las almejas rellenas de La Maison Jégat! Todo acompañado de un vino biodinámico, ¿qué más se puede pedir?

Maison Jégat

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