Sin duda, uno de los placeres del verano en Bretaña es comer marisco. Y si además puedes comerlo directo de productor, ¡es la mejor manera de disfrutar de productos de calidad contemplando el mar! Una docena de ostras, un buey de mar, bígaros… todo acompañado de pan con mantequilla y una copa de vino blanco fresco para brindar, ¡esto es el paraíso! Aquí tienes 5 lugares de referencia donde saborear lo mejor del mar en los ostricultores bretones.